El fanzine Adobo, en activo desde hace más de cinco años y flamantes ganadores del premio al mejor fanzine en el Salón del Cómic de Barcelona en 2012, acaban de publicar su novena y última entrega. Capitaneado por Fresus (F) y El otro Samu (EoS), la publicación editada desde Sevilla, ha conseguido destacar como una de las publicaciones de cómic más arriesgada e interesante de la nueva edición independiente: «Hemos mantenido una constante durante todo este tiempo: hemos hecho lo que nos ha salido de los cojones… y parece que no nos ha ido mal del todo» (EoS).
A la búsqueda de un nuevo humor gráfico y con una actitud irreverente como signo distintivo, se definen como «la mayor sarta de barbaridades que haya podido imaginar un grupo de perturbados mentales» (F). Lo que se refleja en algunas de las páginas más creativas y locas del underground patrio de los últimos años. Lo que les ha conducido a ser todo un referente en la escena fanzinera nacional.
¿Qué papel creéis que ha cumplido Adobo en estos años?
Supongo que crear una publicación donde se ofrezca un tipo de humor tan natural como difícil de digerir sin la intención de sentar cátedra o hacer de cada página una obra maestra de trascendencia suma. (EoS).
Creo que desde dentro del mundo de los fanzines, al menos de esos que van a los salones que es donde nosotros nos movemos, sí que ha dejado huella porque hemos recibido muestras sinceras de que a mucha gente le ha jodido que lo dejemos. (F).
¿Qué ventajas tiene autoeditarse un fanzine y qué inconvenientes le veis?
Las ventajas están muy claras: Libertad para cagarnos en lo más sagrado, la posibilidad de crear una publicación de con personalidad propia y no un mero escaparate, capacidad de reacción ante decisiones editoriales importantes y una cercanía al lector que no te permite otro tipo de publicaciones. Los inconvenientes: un esfuerzo económico y personal tremendo en las gestiones, el seguimiento, la distribución, el almacenamiento, el transporte y en recoger el pelo que se te cae en todo este proceso. (EoS).
Es un esfuerzo enorme, que compensa en muchos sentidos pero es imposible alargarlo demasiado en el tiempo. Se vuelve rutina. Al menos el modelo que elegimos para Adobo de dos números al año. (F).
¿Que fanzines y/o autores os interesan de lo que se está haciendo ahora?
Sobre todo son publicaciones y autores afines a Adobo como Juarma, Joan Cornellà, José Tomás o Joaquín Guirao. Ahora también hay mucho fanzinero dando el salto a editoriales, lo que supone una ruina interesante para nosotros a final de mes. Sobra decir que nosotros perdemos el culo por nuestros autores y que por suerte todos son muy prolíficos. (EoS).
Son gente de nuestro rollo que está haciendo cosas buenísimas. Desde el Argh! Con Parras y el Felix, que aun siguen dando guerra, pasando por los chicos de Migas que vienen empujando fuerte hay muchos fanzines de humor (los demás ni idea, no es lo nuestro) que son una delicia. (F).
Y para despedirse lo hacen de la mejor de las formas, mediante un número extra de 160 páginas con una edición muy cuidada, numerada y personalizada mediante cromos. En el interior material inédito de Alexis Nolla, Claudio Buenafuente, Elenilla, El otro Samu, Fresús, Joaquín Aldeguer, Marc Torices, Molg H, Nacho García, Nathan, Néstor F., Pablo Muñoz y Pau Anglada, XCar Malavida, Paco Sordo, Miguel Noguera, Joan Cornellà, José Tomás, Gustavo Sala, Furillo y Jorge Parras.
El Adobo Final está teniendo una acogida excelente y a nosotros nos ha encantado volcar todas las ideas que nos quedaban para Adobo y pedir colaboraciones a autores que, a lo largo de estos años, han entendido a la perfección nuestra filosofía. Cuando planteamos el reto de hacer el trabajo de dos años en un sólo número nos temblaron las canillas, pero a medida que las páginas se iban presentando y el número tomaba cuerpo nos reafirmábamos en la postura de que hacer un final apoteósico era una idea excelente. (EoS).
El camino es lo que nos ha aniquilado. La autoedición es dura, aunque muy gratificante. Con Adobo los “objetivos” estaban cumplidos. Hacer un fanzine como queríamos y pasárnoslo bomba con gente que apreciamos desde hace años. Dejando de lado el agotamiento de los salones, la verdadera razón de por qué nos vamos y única vía de venta en serio de Adobo, todo ha sido muy divertido. Ojalá en unos años la gente se acuerde de Adobo cuando nombre a Cretino, Enfermo, etc… Fanzines de un humor especial que son referencia ya para nosotros. Sería un placer. (F).
Publicado en el fanzine Kristal nº 79 (septiembre 2013).
Y aquí tienes la entrevista integra que les hice hace unos meses (demasiados para cuando lo publico, lo siento):
Adobo llega a su final ¿Cómo ha sido el camino recorrido?
El otro Samu: Han sido más de 5 años y ha habido de todo. En un principio no cabíamos en el stand y temíamos por las posibles intoxicaciones etílicas y la promiscuidad, y años más tarde el bueno de Fresús y yo mismo hacíamos turnos para comer un bocadillo de tortilla muy triste de pié en el stand. También hemos visto cómo se mustiaban unos eventos por culpa de la crisis y cómo los fanzines quedaban en un segundo plano para elevar el término de «autoedición» a cotas de pretenciosidad estratosféricas.
En cualquiera de los casos hemos mantenido una constante durante todo este tiempo: hemos hecho lo que nos ha salido de los cojones… y parece que no nos ha ido mal del todo.
Fresús: El camino es lo que nos ha aniquilado. La autoedición es dura, aunque muy gratificante. Con Adobo los “objetivos” estaban cumplidos. Hacer un fanzine como queríamos y pasárnoslo bomba con gente que apreciamos desde hace años. Dejando de lado el agotamiento de los salones, la verdadera razón de por qué nos vamos y única vía de venta en serio de Adobo, todo ha sido muy divertido.
¿Y por qué tomáis la decisión de dejarlo?
EoS: Básicamente por agotamiento logístico. Estamos muy contentos con el resultado del fanzine, con los autores, con las impresiones de los lectores… Pero estamos cansados de tirar del carro de evento en evento y de mover la maquinaria de distribución. La parte fea al final nos ha ganado el pulso.
La decisión la tomamos cuando empezaron a flaquear las fuerzas y nos vimos aún con el empuje suficiente como para cerrar Adobo por todo lo alto con un número final tremendo y una última gira antológica.
F: Cuando empezamos, ya hablamos del final de Adobo, que teniendo cercano el final del fanzine donde estábamos, Ojodepez, se vislumbraba muy posible. Hemos aguantado con la cabeza alta hasta que hemos dicho “se acabó” pero nos vamos de la mejor forma posible, con un número que yo mataría por tener si fuera lector. Objetivo cumplidísimo.
¿Cómo definís a Adobo?
EoS: El fanzine que siempre quisimos leer y que no nos quedó más remedio que crear.
Si estuviéramos hablando de refrescos, en un mundo de imitaciones al sabor original y de versiones con menos azúcar o menos cafeína, nosotros hubiéramos tenido que crear una versión que supiera más, que tuviera extra de cafeína y mucho más gas, pero simplemente porque a nosotros nos gusta así y estábamos ya cansados de echarle a la original cucharadas de azúcar y sifón.
F:La mayor sarta de barbaridades que haya podido imaginar un grupo de perturbados mentales posiblemente sea Adobo.
Es el chiste chungo de tu cuñado en el tanatorio cuando se ha muerto el abuelo que hace que salte una sonora carcajada de todos los presentes.
¿Qué papel creéis que ha cumplido dentro de los fanzines nacionales en estos cinco años?
EoS: Supongo que crear una publicación donde se ofrezca un tipo de humor tan natural como difícil de digerir sin la intención de sentar cátedra o hacer de cada página una obra maestra de trascendencia suma.
F: Creo que desde dentro del mundo de los fanzines, al menos de esos que van a los salones que es donde nosotros nos movemos, sí que ha dejado huella porque hemos recibido muestras sinceras de que a mucha gente le ha jodido que lo dejemos. Ojalá en unos años la gente se acuerde de Adobo cuando nombre a Cretino, Enfermo, etc… Fanzines de un humor especial que son referencia ya para nosotros. Sería un placer.
Y la épica despedida ¿Que sabor os ha dejado?
EoS: Un sabor exótico y familiar, como si chuparas las llaves de tu propia casa. El Adobo Final está teniendo una acogida excelente y a nosotros nos ha encantado volcar todas las ideas que nos quedaban para Adobo y pedir colaboraciones a autores que, a lo largo de estos años, han entendido a la perfección nuestra filosofía.
Cuando planteamos el reto de hacer el trabajo de dos años en un sólo número nos temblaron las canillas, pero a medida que las páginas se iban presentando y el número tomaba cuerpo nos reafirmábamos en la postura de que hacer un final apoteósico era una idea excelente.
F: Pues inmejorable… Podríamos haber seguido dos, tres años y posiblemente haberlo dejado de golpe, con un número normal, ramplón, posiblemente con algún dibujante que no hubiese podido llegar… Hemos hecho un numerazo (está mal que yo lo diga, ya) con los autores al 100% y con ganazas tremendas y eso se nota. Además, al ser tan gordaco hay de todo, para todos los gustos.
¿Qué ventajas tiene autoeditarse un fanzine y que inconvenientes le veis?
EoS: Las ventajas están muy claras: Libertad para cagarnos en lo más sagrado, la posibilidad de crear una publicación de con personalidad propia y no un mero escaparate, capacidad de reacción ante decisiones editoriales importantes y una cercanía al lector que no te permite otro tipo de publicaciones.
Los inconvenientes: un esfuerzo económico y personal tremendo en las gestiones, el seguimiento, la distribución, el almacenamiento, el transporte y en recoger el pelo que se te cae en todo este proceso.
F: Básicamente lo que ha dicho El Otro Samu. Es un esfuerzo enorme, que compensa en muchos sentidos pero es imposible alargarlo demasiado en el tiempo. Se vuelve rutina. Al menos el modelo que elegimos para Adobo de dos números al año.
Las ventajas se ven en cada risa que sale de la preciosa boquita de un niño cuando lee Adobo. Haces lo que te da la gana y consigues que, además, a la gente le guste. Una aguja en un pajar.
¿Que fanzines y/o autores os interesan de lo que se está haciendo ahora?
EoS: Sobre todo son publicaciones y autores afines a Adobo como Juarma, Joan Cornellà, José Tomás o Joaquín Guirao. Ahora también hay mucho fanzinero dando el salto a editoriales, lo que supone una ruina interesante para nosotros a final de mes. Sobra decir que nosotros perdemos el culo por nuestros autores y por que suerte todos son muy prolíficos.
F: Sí, coincidimos en muchos. Son gente de nuestro rollo que está haciendo cosas buenísimas. Desde el Argh! Con Parras y el Felix, que aun siguen dando guerra, pasando por los chicos de Migas que vienen empujando fuerte hay muchos fanzines de humor (los demás ni idea, no es lo nuestro) que son una delicia.