Fuimos los únicos espectadores de Zamán, el hombre de los juncos, dirigida por Amer Alwan, (Zaman, l’homme des roseaux, 2003, Francia-Irak), en la sesión golfa de la cinemateca un lunes y descubrimos una historia sencilla, humana y directa, más allí de ser la primera película rodada en Iraq desde hace quince años, grabada antes de la guerra y que vio confiscadas varias de sus cintas por el anterior régimen iraquí.
Yo la he visto y me ha gustado mucho. Recomendable.
yo la vi me gusto bastante.