Atravesar media Sevilla hasta lograr encontrar el camino recto. Ruta de la Plata en sus recorridos andaluz y extremeño. Pueblos con parada y comida casera. Carretera solitaria y muchos kilómetros. ¿No hay nadie más en el mundo? Al fin Mérida, impone ver sus recuerdos en propia persona, después de verlos tantas veces a través de otros ojos. Muchos romanos sin cabeza y muchas cabezas romanas sin cuerpo, como en un juego macabro de halloween. Emerita Augusta y sus impresionantes teatro y anfiteatro, tan emocionantes como simplemente pisar una calzada romana. Licor de bellota, camas imposibles. Avanzamos en el espacio y el tiempo y llegamos a Cáceres en plena Edad Media. Recorrer sus calles y olvidarte de casi todo. Degustar sus ibéricos, corderos y algún otro plato que prefiero olvidar por su indigesta venganza. Aguas y caldos reparadores. Cuerpos maltrechos. De nuevo carretera, nuevas paradas y alguna equivocación. Una vez más el sol va cayendo pero esta vez ya estamos de regreso al presente.
Acerca de Mon Magán
Enseño fotografía en la escuela de arte pública y autoedición en talleres y vídeos.
Pero sobre todo me gusta contar historias.