Miguel íngel Martín comenzó a publicar las entregas de Rubber Flesh en la revista El Víbora en 1993. El éxito de la serie llevó a La Cúpula en 1999 a recopilar en cuatro volúmenes los capítulos editados de esta serie de ciencia-ficción que mezcla sexo, gore y ciber-punk gráfico.
Monika se convierte en un ser de silicona obligado a lucha por su propia supervivencia contra silicoides que no pararán hasta eliminarla.
Grandes de dosis de sexo y sangre con el característico dibujo de este leones, para una historia que, aunque irregular en cuanto a guión, resulta original y arriesgada, teniendo a su favor el atractivo tratamiento gráfico y lo descabellado de las situaciones que retrata.
Es de lo que menos me ha hecho tilín de M. A. Martín. Me gustan más sus bestialidades (Snuff 2000, Psycopatias sexuales, Anal Core…) o mismamente Brian the Brain.
Totalmente, yo prefiero Brian the Brain, sin lugar a dudas.