Con la peregrina excusa que Martin Cooper, el inventor del móvil, recibió ayer el Premio Príncipe de Asturias, hago repaso mental de los móviles que he tenido y tras buscar incansablemente en cajas y recovecos los presento aquí:
1. Alcatel One Touch View: Un ladrillo de 160 gr. que era incapaz de acceder a la agenda desde el menú de enviar un mensaje, fue mi primer móvil. Era el año 99 y fue un regalazo. El descubrir los móviles y la libertad que te proporcionaban.
2. Maxon Elephant: Mi siguiente móvil pesaba 110 gr. y lo compré en 2001. Que tenga algunas teclas borradas es un buen ejemplo del abuso de SMS de la época. Recuerdo que lo apuré hasta que la batería no daba más de si, y se apagaba nada mas empezar a sonar por una llamada entrante.
3. Siemens C45: En 2002 llevaba sus 100 gr. cómodamente en el bolsillo. Aunque me constó acostumbrarse a sus teclado fue uno de los móviles que sin despertar pasiones, mejor sabor de boca me dejó de su uso día a día.
4. Motorola C385: Con mi primer contrato telefónico me «regalaron» este móvil, que pesaba 90 gr. Era 2004 y su pantalla a color me llamaba mucho la atención, después no podía comprender su falta de conexiones. Y es que me empezaba a interesar la interconectividad de los dispositivos.
5. Sony Ericsson K510i: Mi primer móvil en conseguir sincronizar con el ordenador en cuanto a contactos y tareas. 80 gr. en aquel 2005. Cumpliendo honor a su gran devilidad lo dejé de usar por problemas en el joystick.
6. Nokia N78: Lo más que nunca he pagado por un móvil fue por este, y es que al iPhone le veo muchos peros. Demasiadas expectativas y solo algunas cumplidas. Año 2008 y 100 gr. de peso. Sincroniza contactos, tareas, calendarios, fotos, audios y aunque parezca mentira su no teclado es cómodo de usar, aunque el joystick, aun hoy, me sigue castigando de vez en cuando con falsos positivos.