Nos da miedo lo desconocido, la incertidumbre y los monstruos que hay en nuestra cabeza (ya sabemos que el sueño de la razón produce monstruos, por eso me encanta este grabado). Luego, en la práctica nunca nada es tan terrible como en nuestras peores pesadillas. Es algo que vas aprendiendo a medida que vives. Eso es lo mejor. A medida que envejeces tienes mas claro lo verdaderamente importante de la vida y lo que es un rollo, y no tienes que prestar la menor atención. En eso, y en otras mucha cosas, quien más me ha enseñdo en la vida ha sido mi gato Guille, pero eso quizás os lo cuente otro día.
Siempre he dicho que los gatos son los que viven… Mi gato se pasa el día disfrutando de lo importante: se tumba al sol y se olvida de todo (y de todos); o se pone a comer como si fuera el último día, ronroneando, gozando por cada croqueta salada que engulle; te da cariño cuando a él, y sólo a él, le apetece.
Todo un ejemplo.
Pregunta: ¿Podría interpretarse como un sueño dogmático, es decir, la razón vista mas como un medio que como un fin?
Gracias.