Mi pueblo va cambiando a un ritmo endiablado. Ya casi no lo conozco cuando de vez en cuando me escapo hacia allá algún finde. Uno de mis últimos viajes este verano, me hizo sentir como si fuera Kerouac, en pleno viaje.
Para flipar, acostrumbrado a que no pasara casi nada, en el bus me encuentro a una pareja de viejos fumando plata en el asiento de atrás.
Esa noche acabó en un botellón multitudinario, representando a la abuelía del pueblo con unos colegas, para terminar la noche en una rave improvisada-ilegal con DJ, equipo, platos y decenas de jóvenes bailando en libertad en plena calle hasta el amanecer.
… el tipo pasa en todos los sitios. A mi algo parecido me posó este sábado pasado, cuando subí a la Alpujarra (de Granada también). En mi caso, me sentí yo extraño: Estaba rodeado de Alemanes, leer un cartel en español era casi imposible…
¿y los burros? ¿dónde estan los burros?.. nada, ni uno sólo. Ahora los que trabajan la tierra van en su Mercedes-Benz ML320 (como mínimo).
¿y los cerdos? ¿donde están los cerdos de donde se consigue el popular jamón de aquellas tierras?….
¿será que ahora se importa de Alemania?
En fin, estoy contigo Mon.