El portal cultural Antequltura, sin duda uno de los más influyentes y con criterio de Málaga, ha publicado hoy una entrevista a un servidor, acerca de mi faceta como editor de Pez.
Como dejó de estar disponible, la dejo aquí abajo:
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Mon Magán pone en marcha un nuevo proyecto, el fanzine Pez
03/11/2008 | 23:12:06 | Cristina Consuegra
En estos tiempos tan repletos de artistas y creadores de ideas invisibles, pero tan escasos en originalidad, Mon Magan es una de las grandes excepciones del panorama cultural andaluz. Desde su espacio virtual nos ofrece escenarios visuales y textuales que enriquecen el alma, da igual el tipo que sea, y nos hace reflexionar sobre la verdadera contracultura, sobre la posibilidad de instaurar alternativas culturales que busquen un espacio propio entre tanto evento desprovisto de personalidad. Magan ha puesto en marcha un nuevo proyecto, el fanzine Pez.
Mon Magan fue el editor del fanzine El Virus Púrpura, centrado en la contracultura y el arte, y publicado desde 1996 hasta 2005. Inicialmente fue un fanzine local pero terminó dando el salto al ámbito nacional, lo que le llevó a participar en diversos eventos fanzineros, así como a ganarse el reconocimiento y prestigio de crítica y público. Pez es su nueva aventura, un fanzine temático sobre fanzines y otros artefactos comunicativos, que pretende reflexionar y analizar este fenómeno y la edición independiente relacionándolos con otras formas de edición como los blogs o fotologs, y otros medios de expresión personal con los que comparte finalidad o lenguaje.
¿Cómo nació el fanzine Pez?
Al dejar de editar en papel, lo que más me interesaba era conocer las posibilidades de los nuevos medios que la red me planteba como autor. Empecé a experimentar con todo lo que iba conociendo: blogs, fotoblogs, microblogs, podcasts, vlogs, ebooks. Lo cierto es que después de varios años, aunque contaba con unos lectores estables y las herramientas resultaban muy atractivas, no estaba obteniendo el feedback que tenía cuando editaba en papel y esto me desconcertaba bastante. Tambíen influyó la labor que algunos amigos faneditores llevaban tiempo haciendo, animándome.
Lo de volver a editar en papel, aunque soy un tecnófilo, era cuestión de tiempo. Y así llegó Pez, en un intento por compatibilizar lo mejor de los dos mundos: edición en papel y descarga en pdf en monmagan.com/pez.
¿Qué podemos encontrar en un fanzine como el que usted dirige?
Pez es un fanzine temático que trata de analizar el fenómeno de la edición independiente, entendiendo ésta desde la perpectiva más amplia: fanzines, street art, blogs, chapas, podcasts, stencils, mixtapes, camisetas, libros hechos a mano… y establecer relaciones entre ellos. Nos interesan dos cosas, primero dar qué pensar sobre nexos, usos y posibilidades, ejerciendo de notarios de los fenómenos, y segundo incitar a utilizarlos como medios de comunicación, para ello damos una especial importancia a la didáctica desde el punto de vista del hazlo-tú-mismo.
Usted fue el responsable del fanzine de la contracultura El Virus Púrpura. ¿Por qué dejó de divertirle este proyecto?
La verdad es que este fue un proyecto al que dediqué muchas energias y tiempo durante muchos años, casi nueve, y ya me apetecía cambiar de aires. Además el fanzine fue creciendo y al final me suponía mucho trabajo en facetas que no me producían satisfacciones como ejercer más de editor, relaciones públicas, comercial o distribuidor que en las que más me apetecían, como autor. Además el formato estaba tan definido que el campo de acción era más restringido, con lo que la monotonía creo que acabo por quitarme las ganas de seguir.
De cualquier modo fueron años interesantes, y como experiencia me resultó clave, ya que realmente era un banco de pruebas en la que aprendí un montón sobre edición independiente. Además, me dio la posibilidad de conocer a mucha gente, muy rara, pero interesante.
Las instituciones públicas, ¿apoyan lo suficiente a las revistas independientes?
Pues tengo una doble experiencia, con resultados radicalmente distintos. Como editor de fanzines siempre he tendido al montármelo yo solo sin buscar apoyos de organizaciones o instituciones, sino el trabajo de colaboradores con la finalidad de enriquecer el producto. Tampoco conozco a ningún fanzinero que tuviera apoyo de este tipo.
El otro lado de la moneda fue la revista Claves que se editó desde el Ayuntamiento de Guadix hace años. La financiación corría integramente de las arcas públicas, y la realización por la cuenta de una pequeña asociación juvenil formada por unos jóvenes de la ciudad. Nosotros funcionábamos como una redacción independiente, y creo que conseguimos un producto de muy buena calidad con unos contenidos muy cuidados que escapaban de los clásicos clichés de revistas juveniles.
¿Cómo han evolucionado los fanzines en los últimos años?
Pues para mi han evolucionado muy positivamente y creo que Internet ha favorecido más de lo que muchos fanzineros creen, ya que existe toda una red de blog de fanzines que permiten el intercambio de ideas y materiales de una forma mucho más fluida de la que creaban las redes de distribución fanzineras de antaño, hoy prácticamente desaparecidas. También han surguido algunas iniciativas interesantes en torno al fanzine, como la coexistencia en el tiempo de dos exposiciones a nivel nacional, la apertura de otras dos fanzinotecas estables, la edición de un libro que estudia el fenómeno en Andalucía y la consolidación de un encuentro estatal de fanzines. Todas estas iniciativas en torno al fanzine muestra el crecente interés por la edición independiente y la buena salud de éste.
Normalmente el fanzine o cualquier tipo de revista creativa de carácter independiente se considera asociado a un movimiento alternativo o underground, así como a un tejido de la sociedad inconformista. ¿Esto es así?
Así es, cuando alguien que tiene la necesidad de comunicar algo y no encuentra hueco en donde hacerlo dentro de los medios de comunicación tradicionales, puede hacerlo creando su propio medio o uniendo su esfuerzo a un canal alternativo. Por eso el underground a veces es premeditado y otras veces es la única posibilidad.
Desde Pez se pretende analizar todos esos canales y dar alguna información para que la gente experimente con ellos y se inicie en la edición independiente, como forma de dar salida a lo que no consigue publicar de otro modo.
¿Acabará la industria editorial electrónica con la industria de papel?
Es algo claro y en eso se está avanzando. Ya son realidad pasos importantes como los lectores de libros digitales como el Kindle de Amazon, las tablet, los formatos digitales como el Zinio, o el pdf que ya es un estándar ISO, la tinta digital, la popularidad de los blogs…
De cualquier modo quedaran revistas y libros, pero bajo pequeñas y cuidadas ediciones especiales para coleccionistas y sibaritas. Este tipo de revistas culturales ya se ensayan en Francia, con un interesante y emergente nicho de mercado, en contraste con la constante caída del mercado editorial tradicional. que cada vez vende menos revistas y, sobre todo, menos periódicos.
Os invitamos a conocer el fascinante universo de Mon Magan: www.monmagan.com.