Sobredosis de cafeína es un nuevo fanzine digital coordinado por Flores Taboada en el que se da cabida a jóvenes artístas para que en primera persona hablen de lo que hacen. Yo he tenido la suerte de que me cedan un espacio en su primer número para que me haga el interesante y hable de Pez. El resultado es éste:
Pez no es mi primer fanzine, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado, y la verdad es que no se muy bien porqué. Intuyo que quizás se deba a que por primera vez hago un fanzine sobre un tema que verdaderamente me apasiona: la edición independiente – y otros artefactos comunicativos, que dice el amigo Alejo – . Tal vez en las anteriores ocasiones lo que me resultaba más excitante era el propio hecho de la edición en si, y aunque irremediablemente escribiera sobre lo que me interesaba, se solían colar un centenar de contenidos más o menos colaterales, o que me debían interesar muchas más cosas que ahora – de esto doy fe – aunque quizás no fuera nada de eso o tal vez todo a la vez. Quien sabe.
Lo que objetivamente si ocurre es que Pez me proporciona un torrente de sinergías positivas, y este es el verdadero porqué. Me motiva regresar del curro, o de un finde por muy divertido que haya sido, y ponerme un ratito a pensar en el proyecto. Me encanta haber confluido con todas esa gente que se ha acercado al fanzine – esto es además una cosa que me ha sorprendido enormemente, esa capacidad de ilusionar y de seducir que tiene Pez, vete tu a saber debido a que – . Con lo que tenemos la ecuación mágica: me encanta lo que hago, conozco gente interesante y además es sólo un hobby y no un trabajo – esto último es mucho más importante de lo que podría parecer – .
El proyecto surgió después de unos seis años de no editar nada en papel. Cuando terminé con El Virus Púrpura – en el sentido más literal – me refugié en un medio nuevo y para mi fascinante como son, aún, los blogs y todas sus variantes. Pero no obtenía el feedback que tenía de la época heroica de la edición grapada, además hubo un salto generacional ahí, y perdí parte de la parroquia reunida durante años, ya que la red es otro medio, con otro lenguaje, con otra finalidad y sobre todo con la necesidad de tener algún gatchet para acceder y controlar éste. Entonces me plantee volver al papel, aunque con presencia en la red, mediante blog y pdf descargable. Y por eso Pez se edita en papel y en pdf. Trata de lo que trata, en parte, porque es de lo que llevo seis años hablando en mi blog, Monoaural, que es básicamente de: fanzines, libros, revistas, podcast, blogs, grafitis, stencils, camisetas, redes, chapas… toda esa iconografía pop que han hecho de esta generación la más hipercomunicada. No importa que no tengas nada que decir, dilo. Y para ello te puedes valer de todo lo que tienes a mano. Por eso Pez comulga de lleno con la filosofía Dot it yourself (DIY) – hazlo tu mismo -, por eso incluimos tutoriales e intentamos motivar a nuestros lectores a que se levanten y ¡griten! algo.