Lucía González es una emprendedora creativa. Además de proyectos de largo recorrido como Chapitas Chapi Piruli, Washi Washa Shop o el fanzine Kawaii, desde hace meses es el alma mater de la micro editorial Libros de Autoengaño. De todo eso charlamos con ella.
¿Qué es Libros de Autoengaño y cómo surge?
Libros de Autoengaño es una editorial tan pequeñita como su editora, y está centrada básicamente en los cómics, aunque también tendrá cabida la ilustración, el diseño, el newcraft, la fotografía, etc.
Mi autoengaño para evadirme de la realidad es hacerme una burbujita con todas las cosas que me gustan, y esas cosas son las que quiero ver reflejadas en la línea editorial. De ahí su nombre, aparte del pequeño juego de palabras.
Las referencias en las que me inspiro son, sobre todo, la editorial inglesa Nobrow, por su bonitura, sus ediciones y acabados; Fantagraphics, por su alta calidad, autores y gran trayectoria. A nivel español, Caramba, por su gran expansión y su sentido del marketing comiquero, y Ultrarradio, por sus contenidos y su espíritu underground (también porque son unos salaos). Recientemente he descubierto otra editorial que me ha conquistado con su catálogo, con una elegancia enfermiza y sutil: Belleza Infinita.
La idea no surge de repente. Siempre había fantaseado con tener una editorial de cómics, y durante años he pasado por varios escalafones dentro del gremio.
Pero un poco el detonante fue un librito de muestra que ayudé a la autora y amiga Clara Soriano a imprimir para su viaje a Angoulême. En principio, por ese primer librito que encendió la mecha, quería que Clara Soriano fuera la autora de la primera publicación de Libros de Autoengaño, pero no fue posible.
Después vinieron más libritos con otros autores y todos quedaban contentos con el resultado, y yo muy satisfecha.
Hace unos meses, de repente me vi con la energía, la capacidad mental y la salud para sacar este proyecto adelante. Y más o menos tenía ya ciertas ideas.
Hay que ser muy valiente para montar una editorial hoy en día ¿Por qué lo haces?
Me encontré en una situación en que se unieron varios factores fantásticos para mí. El momento no debería marcarlo el exterior, sino una misma. Creo que en estos momentos tienes que hacer las cosas que te hacen feliz…Ya que lo que nos rodea es para marcarse un día de furia.
¿Por qué tiene presente y futuro la edición impresa?
No sé si tiene presente y futuro o no. Para mí, como editora e impresora, no hay más opción que la edición impresa. Aquí podríamos entrar en un debate socioeconómico sobre el tema de la ley editorial y las distribuidoras, hablar sobre el precio fijo y demás tonterías empresariales. Sólo diré que yo, por una cuestión de gusto personal, seguiré con la edición impresa. Es una cuestión romántica y sin esas pequeñas cosas… Además, en plena era de ipad/ipods, ¡han vuelto los vinilos!, así que el papel nunca se irá.
¿Qué recorrido te gustaría darle a Libros de Autoengaño?
Lo que me he planteado es un poco crear cada publicación como un pequeño objeto de coleccionismo. De ahí que todas las referencias del catálogo que se vayan editando irán numeradas, en tiradas muy limitadas y selladas, además de acompañadas de algunos complementos, como postales, chapas, acabados inusuales…lo que vaya reclamando cada libro. Quiero dotar a cada ejemplar de algo que lo enriquezca físicamente, cuidar un poco el envoltorio, sin menospreciar y desmejorar el contenido, claro.
Otra clave editorial es que, aunque sean libros muy limitados en su tirada, sean muy asequibles. Que tengan un precio muy ajustado. Y la forma de conseguirlo es siendo yo la propia distribuidora.
¿Cuáles son la primeras referencias?
No fue posible editar algo de Clara por cuestiones laborales. Y yo quería sacar un titulo antes de Navidad, así que pasé al plan B, un cómic colectivo. Me parecía una buena baza contar con autores de muy buena trayectoria y fama para dar a conocer la editorial. Por suerte, conozco a un buen puñado de ellos fantásticos, y de estilos diferentes.
Convencer a muchos autores fue fácil; coordinarlos fue más complicado, pero ya conocía por dentro la profesión. De hecho, de los pocos problemas que surgieron, el más notable fue que querían los autores más páginas.
No puedo estar más contenta con el resultado, a pesar que soy consciente de sus fallos.
Luego vino un precioso libro en acordeón de ilustraciones de Pablo Lacruz, un diseñador fantástico de Alicante. Un libro de micropoesía ilustrado y una colección de recetas dibujadas están en marcha, además.
Como un pequeño extra a la línea editorial, estoy elaborando la sección de Mierda de Artista, donde se podrán encontrar láminas y algunos cachivaches de autores diversos. También he empezado a distribuir algunos fanzines del fotógrafo Arsenio Ruiz.
Gracias por la entrevista.