Los mitómanos somos una estirpe incomprendida. La gente nos confunde con adolescentes chillonas, con desviados sexuales o con colgados que imitan a otros en busca de escapar de sus aburridas vidas. Los mitómanos somos otra sabia, de otro árbol. Apuesto a que en el fondo hacemos exactamente lo mismo que cualquier hijo de vecino, sólo seguimos lo que nos parece interesante, lo que está en nuestra honda, y punto. Compramos los discos, libros o pelis de la gente que nos trasmite. La única diferencia es que vivimos esa simpatía y coincidencia vital de una forma apasionada. Una visceralidad que nos acerca a la vida sentida y que sale a borbotones. Y eso si que no lo cambiaría.
Acerca de Mon Magán
Enseño fotografía en la escuela de arte pública y autoedición en talleres y vídeos.
Pero sobre todo me gusta contar historias.