He visto por esas calles del mundo un cartel de un concierto punk anti semana santa. Los no creyentes pasamos por épocas en las que nos gusta cagarnos en lo que para otras es sagrado. Después maduras y te das cuenta que tu actitud ante la vida es tan vehemente y tan sincera como la de todos los que rezan o cargan sobre su costal santos de madera. Al fin y al cabo ellos creen en algo, y los punkis que vomitarán el jueves también. La libertad es algo que hace que el mismo día puedan estar bajo el mismo cielo todos los punkis y los cofrades sin que ocurra nada excesivamente grave.
De cualquier modo la semana santa tiene cosas buenas para todos, y son las vacaciones, y yo las tomo mañna. Así que o encuentro donde poder postear allí donde me encuentre o esta blog no se moverá demasiado hasta después de éstas. Avisados estáis.