Hotel es un proyecto fotográfico que pretende ser un ensayo visual poético de figuras y espacios, como una metáfora del viaje concretada en dos hoteles nacidos a la sombra del puerto de Algeciras y que corresponden a dos momentos históricos de la ciudad y representan dos perfiles de viajeros. Por un lado el hotel Reina Cristina y su usuario burgués de los primeros años del siglo pasado, heredero del viajero romántico del XIX; y por el otro el hotel Marina Victoria que frente al puerto acogía a visitantes de clase media, o aspirantes a serlo, desde la segunda mitad del siglo pasado.
Cruzar el Estrecho de Gibraltar requería hacer noche antes de partir en un elevado número de casos, y ambos establecimientos representan los referentes que llevan albergando a los viajeros que surcan este territorio en su devenir de Europa a África, y de España a Gibraltar y Marruecos desde el XIX.
El presente trabajo resultó premiado con una de las becas Tránsitos convocada por el colectivo Ufca y el Puerto de Algeciras en 2017, con motivo del cual se realizó una exposición colectiva entre los meses de diciembre a marzo de 2018 en las instalaciones de AlCultura en Algeciras (Cádiz) y se editó un catálogo con una selección de obras y textos de Federico Fuertes.
Fotos y texto: Mon Magán.
Todos los derechos reservados.
Tránsitos: la expo
Tránsitos: el texto del catálogo
Y tú, Mon Magán, te llamas amigo y no paras de ponerme fotos y fotos de gente solitaria en el filo de una cama de hotel barato. Yo no quiero escribir sobre fotografías y mucho menos sobre fotografías tristes y apagadas. Ya hubo un Hopper y nos deprimió bastante a todos. Pues no contento, Magán llega con la temática de Hopper, pero con los colores de Rembrandt y del Goya negro. ¿Es que no había más hoteles alrededor del puerto? ¿Qué hace toda esa gente a los pies de la cama, es la cama una metáfora de la muerte, es la muerte la cama más definitiva de todas y por eso lo mejor que se puede hacer es no dormir nunca, quedarse siempre a sus pies o, todo lo más, sentadito en el filo? ¿Por qué no habla nadie de los que salen en tus fotos, Mon Magán?¿Por qué ese silencio? ¿Qué tránsito es éste? Se supone que acaban de llegar de un viaje y se han instalado. Lo más natural es que llamen a sus familiares, que den noticias sobre el tránsito. Pero aquí es que parece que no hay tránsito, este hotel es un cementerio, es el lugar en el que desembocan los viajes y después de la euforia viene el silencio, esos momentos en los que todo se detiene y hay que dedicar unos minutos a pensar en lo que se ha hecho y a pensar en lo que se hará mañana. Qué piensan todos estos amigos de Magán, callados, mirando hacia ninguna parte, llevando luto por sus vidas.
Hace unos años la gente llegaba al puerto de Algeciras a bordo de lujosos cruceros. Venían personalidades glamurosas y todas sonreían y saludaban con la mano. Claro, ya me dirán, varios días tomando combinados y engullendo canapés y bailando hasta caer reventados en la cubierta y teniendo hermosas historias de amor que se recordarán durante toda la vida. Pero la gente de Magán no ha desembarcado de un crucero, esta gente no habla y, por supuesto, no sonríe. Por qué nadie sonríe aquí, Magán. Las vidas de las personas felices son de una manera y las vidas de las personas infelices son de otra. Eso dijo un filósofo y viendo el trabajo de Mon diríamos que sí, que el hotel de las fuentes de chocolate y los bailes de madrugada está en la otra esquina de la ciudad. Aquí hay silencio y por qué, por qué el silencio siempre va asociado con los colores más marrones y grises de la paleta. Con todos los sonidos que emite el puerto, Mon Magán, con el escándalo de las grúas que me despiertan todas las putas noches de verano, con los camiones, las sirenas, el viento, con todos los sonidos del puerto y tú te vas al único espacio en el que todo es silencio, en el que la vida se apaga al lado de una cama, de la última de todas las camas. El viaje se ha terminado, Mon, echa la persiana y vámonos a otra parte, invítame a un vermouth.
Federico Fuertes