Algo está pasando Autoedit es un corto documental sobre la escena de la autoedición producido por el Centro Huarte de Arte Contemporáneo en Navarra, que cuenta con la presencia de Do the Print, Bside Books, Papermind, Lentejas Press, El Diluvio Universal, Pan de Molde, Mooooon Publishing, entre otros. El documental, que está disponible en vimeo, nos sirve de excusa para hablar con Luis Azanza, su director.
Cuéntanos un poco como surge la idea y como comienza a andar la iniciativa de grabar el corto documental.
A partir de una propuesta expositiva de Juan Pablo Huércanos sobre auto edición para el Centro Huarte, un espacio de arte contemporáneo situado en Navarra, muy cerca de Pamplona. En paralelo se plantea la idea de dar a conocer quienes son algunos de estos auto editores a través de un formato audiovisual. La verdad es que la realización se ha parecido mucho a la autoedición. Dedicándole muchísimas horas y dándole muchas vueltas ves como un proyecto va creciendo y convirtiéndose en un corto documental. Supone mucho trabajo, pero merece la pena, porque controlas todo el proceso.
El corto incluye un buen número de participantes que ofrecen una visión bastante rica de la autoedición. ¿Ha resultado complicado la labor de selección del material que entraba? ¿Qué planteamiento has seguido?
Desde el principio buscaba dar una visión de la auto edición a través de diferentes protagonistas, sin tener que recurrir a voces en off. Es decir, construir una narración coral, que sirva para que cualquier persona que no haya tenido contacto con la edición independiente ni esté en el entorno de los fanzines o fotolibros pueda sentirse interesado. Lo más complicado ha sido esa labor de selección y montaje para articular un relato que transmita esa diversidad y ese entusiasmo. Lo mejor que me han dicho sobre él: ¡Qué ganas da de hacer cosas!
¿Cuál quieres que sea el recorrido del documental? ¿Qué planes a corto plazo tienes para él?
De momento se ha proyectado en el Centro Huarte de Arte Contemporáneo y este 18 de abril se podrá volver a ver en un vermú-proyección en la librería Chundarata de Pamplona. Además de estar on line. Estamos en contacto con otros centros de culturales y espacios en otras ciudades para que siga programándose. También nos encantaría que alguna feria o festival de autoedición lo incluyese. Así que si alguien está interesado puede ponerse en contacto con nosotros a través de aloacomunicacion.com
¿Se ha modificado de alguna forma el concepto que tenías de la autoedición, al acabar el trabajo? ¿De qué forma?
Lo más estimulante es la vitalidad que transmiten las personas que están en la autoedición, su capacidad de buscar sus propias vías y recursos para lograr el resultado que buscan. La necesidad y las ganas de hacer sin esperar a que nadie te diga cómo hacerlo. La libertad para expresarte. La experimentación con todo tipo de técnicas y la calidad que consiguen. Ha sido como cargar de nuevo las pilas.
¿Cuál crees que es la salud de la escena fanzinera en la actualidad y su relación con los medios digitales?
La salud de la escena fanzinera es excelente y ojalá siga así. Hay propuesta muy interesantes, tantas que es casi imposible seguirlas todas. Tanto en la exposición como en el documental nos hemos centrado más en aquellas relacionadas con las artes plásticas, la ilustración y el foto libro, pero hay también un panorama enorme relacionado con la literatura, la música o la acción social por poner solo un par de ejemplos.
Uno de los temas que me interesaba especialmente es por qué en un mundo cada vez más digitalizado, hay personas que eligen el papel y lo físico. Ese amor por el objeto, por hacer que algo único pueda ser accesible a todo tipo de público. Ya lo dicen en el documental, y yo lo comparto, nos gusta el olor de la tinta, el tacto, las arrugas, incluso los errores. El papel está vivo y es perfectamente compatible con los medios digitales.